Siguiendo la tónica de mi artículo anterior aunque el tema ya cansa.
Sería interesante saber cuales son los parámetros que considera un periodista antes de publicar una historia (cualquier historia) buena o mala, que vaya más allá del puro sensacionalismo. Más aún: sería interesante averiguar cuanto peso tiene la publicidad que un ente particular tiene con el medio donde se publique la noticia. Pero no solo eso, también hay que averiguar si ciertamente esos son los parámetros para que surjan programas donde todo el mundo dice lo que le da la gana para jalar audiencia (los que han escuchado El Gobierno de la Mañana saben a lo que me refiero).
Pero vamos al punto:
Vimos como en diciembre se publicaron noticias alarmantes sobre las turbias relaciones de la primera dama con el personalidades del entramado financiero, informaciones extraidas de su correo particular, que sin embargo todos los medios las evitaron. Esa vez entendí a los medios: hasta yo pensé que eran chismes de patio que no merecían ningún crédito. Sin embargo, cuando allanaron las oficinas y residencias de quienes se hicieron eco de las notas, se armó tremendo alboroto en los medios. Y no era para menos, ante el monumental despliegue de fuerza y parafernalia que hicieron las autoridades, incluyendo un equipo de asalto SWAT, 4 helicópteros y todo lo que parecía una escena de película. Por cierto, aun me pregunto cual era la necesidad de usar equipos de asalto y helicópteros ante personas que evidentemente no eran terroristas.
Las noticias cayeron en primera plana, debido principal y únicamente al fabuloso asalto; sin embargo pocos se hicieron eco de la terrible evidencia tras esos actos: al hacer el allanamiento con la excusa de que se había hackeado el correo de la primear dama, las autoridades aceptaban y reconocían tácitamente la autenticidad de la noticia de diciembre. Eso es algo que se ha estado ignorando a propósito en la prensa. Que Margarita Cedeño tenga o no tenga cuenta en Dinamarca es algo que no me preocupa; sin embargo que un banco privado con la reputación del Banco Popular esté financiando la campaña de la esposa del presidente de la República es algo para ponernos los pelos de punta. Sin embargo la prensa se hace la no-enterada, quizás para no perder los contratos de publicidad del banco o del gobierno.
¿Porque la prensa pierde el tiempo con Dinamarca cuando sabemos de buena fuente que Margarita Cedeño ciertamente posee una pequeña fortuna (probablemente ilegal) producto de regalos del principal grupo financiero del pais? ¿Porque la prensa ignora el apartamento de medio millón de euros que ciertamente es noticia?
Esas preguntas la dejaremos para la última entrega: el aspecto político. Mientras tanto volvamos a las declaraciones de Marcos Martínez, el hombre que tiene 2 cocos por testículos, de hecho mejor veamos la entrevista con Roberto Cavada en Telesistema parte 1 y parte 2.
Espeluznantes y atrevidas afirmaciones. Al principio nadie lo tomó en cuenta, luego se reprodujo como pólvora y ha estado sobre el tapete. Creo firmemente que todo es un circo. Tenemos un abogado (resalto el título porque se presume que un abogado debe conocer las leyes y saber en que se mete) haciendo unas declaraciones bastantes arriesgadas y peligrosas, apenas días después de que supiéramos con certeza lo que se tramaba con la primera dama (en minúsculas a propósito). Toda la atención del mundo se centró en él. Muchos (yo incluido) dijeron (dijimos) ‘pero este viejo tá loco’ sin embargo recordé lo que pasó en la última denuncia y preferí darle el beneficio de la duda.
¿Que hizo la prensa? Primero lo resalta con grandes titulares, como si fuera la verdad absoluta, sin investigación de ningún tipo. Él dice tener unos cheques, hace referencia a cuentas y menciona 3 ó 4 personas, incluyendo al controversial senador Félix Bautista. La prensa se concentra en una de ellas, la mas «importante» la esposa del presidente. Sin investigar, sin ir al fondo, se limitan a reproducir como monos un titular. ¿Donde queda el periodismo investigativo? ¿Porque darle tanto crédito a un desconocido de una lejana provincia, «un chivo jarto e’ jobo» como el mismo se aut0define?
Luego surgen «pruebas» en internet, anónimamente proporcionadas por el disparatoso grupo que se hace llamar Anonymous RD, unas pruebas a todas luces falsas, que además fueron proporcionadas por terceros, pero que la prensa rápidamente atribuye autenticidad, y peor: le atribuyen ser las que posee el denunciante, cuando él siempre ha hecho referencia a cheques con números y montos, transferencias que implican el Banco de Reservas, la fundación del presidente (FUNGLODE) y la fundaicon del senador (FUNDI). ¿Porque no investigaron? ¿Acaso el trabajo de un periodista es sentarse a leer facebook y publicar los disparates que salen en los diferentes muros? ¿A ninguno se le ocurrió que el denunciante mencionó una cosa y en Facebook surgió otra muy diferente?
Ante tremendos disparates yo asumí todo como un relajo, pero luego empecé a coger rabia: tenemos una prensa que todo se lo cree, pero publica solo aquello que le conviene, la que de raiting sin afectar sus intereses. La demanda de Doña Margarita no debería limitarse a Marcos Martínez; si ella se considera inocente debería incluir en dicha demanda a todos y cada uno de los medios que plasman titulares alegremente. Aunque para hacer eso lo primero seria comenzar ella por ser coherente, pero eso es tema para otro post.
Volviendo a la prensa, no pude evitar sorprenderme más cuando Haivanoe Ng Cortiñas, el funcionario mejor pagado del régimen (y otrora «preso político» del PRD por hacerse de la vista gorda a su paso por la contraloría), hizo las desafortunadas declaraciones que su homólogo de Dinamarca le hizo llegar negando que la señora Cedeño Lizardo sea cliente del Danske Bank, en un documento tan contradictorio que movía a risa (pero ya eso es otro tema). Automáticamente sucede esto la prensa se vuelca a favor del bando de la primera dama, sin sopesar el documento, sin analizar, sin agregar una pizca de sentido común, sin detenerse a pensar que la cédula es un documento nacional que no se utiliza fuera del territorio (pero repito que eso es otro tema).
Aún no había terminado el circo con el documento de Haivanoe Ng Cortiñas cuando surgieron las dudas y de pronto surge otro documento nuevo, esta vez emitida por el banco, una certificación supuestamente «real» que sacaba de dudas, esta vez publicada por la misma Margó I, emperatriz de la República. El documento, plagado de faltas ortográficas (como escribir februari con i en lugar de february), cuyo contenido puede traducirse como «por este medio confirmamos que Margarita María Cedeño Lizardo no tiene relaciones con Danske Bank, sucursal de Suecia« deja mucho que decir, cosas que la prensa ha dado por válidas sin análisis ni rigor, como el hecho de que una certificación de una institución Danesa la busquen en la sucursal Sueca, y obviar aquello que sale después de la coma final, del mismo modo que obviamos aquello de ¿Quien diablos está firmando? ¿A título de que?
Que conste que no estoy negando la autenticidad del texto, ni tampoco caigo en el gancho de creer que la Dra. Cedeño sea tan torpe como para abrir una cuenta millonaria a su nombre, pero eso ya es otro tema. Mi preocupación es que la prensa deje pasar datos tan relevantes sin el análisis debido, sin ningún tipo de rigor.
Pero luego vemos como otras noticias de menor relevancia adquieren mas alcance:
- Que le quitaron la visa a par de funcionarios…
¿Y? ¿A quien le importa que fulanito no pueda viajar? ¿Eso es un tema de interés nacional? De pronto es una gran noticia que eclipsa la cuenta de Dinamarca. Saber que el general no podrá viajar a Gringolandia merece todas las primeras planas.
- Que pondrán una base naval en la isla Saona.
La prensa, sin dudas, es la primera gran víctima de este desastre, primero por el descrédito que se gana ya sea por la falta de rigor o por las denuncias alegres y sin fundamentos, segundo porque se percibe la parcialidad abierta con uno u otro bando político, y resulta difícil creer en una prensa parcial.
Al parecer, se trata simplemente de ser bocinas del poder, de hecho en la prensa he visto pocos textos que valgan la pena leer sobre el particular, la mayoría de los análisis válidos provienen de bloggers o profesionales de un área u otra que se han sentido tentados a dar su opinión; aqui les dejo uno del escritor Pedro Cabiya en Acento titulado Abre los Ojos quien posteriormente escribió otra entrada en su blog: Suficiente