Anoche ví un retweet que hizo algún contacto donde salía la opinión evacuada por un conocido intelectual, militante de izquierda, pero no de movimientos de izquierda, sino un izquierdista con el espíritu de Marx y adscrito a prácticamente todas las causas que lleven la contra al status quo. Un liberal a toda prueba, cuya izquierda la lleva en la sangre.
El tweet:
Los Vicini necesitan que exista la frontera. Ella explica los salarios de hambre en Haití y obliga a los trabajadores a aceptar lo q sea.
— Matías Bosch C. (@boschlibertario) enero 24, 2014
Esto me dejó pensativo. Medité profundamente sobre lo que dijo o lo que habrá querido decir cuando dijo eso o cuando no dijo lo que dijo, o lo que supuestamente pudo haber dicho. Así que por un minuto decidí pensar como liberal y tratar de descifrar el asunto. Veamos:
Los Vicini (y por extensión los ricos de RD) necesitan la frontera. Al haber frontera Haití sigue en miseria y los trabajadores necesitados que vienen a trabajar por cualquier cosa. En eso estamos de acuerdo.
Partiendo de esta hipótesis, entonces suponemos que al eliminar la frontera Haití progresa, la miseria baja, el costo de mano de obra sube, los Vicini quiebran, las tierras pasan al control del pueblo y ambas sociedades pasan de una enorme desigualdad a una sociedad donde no hay mas explotación del hombre por el hombre.
Las fronteras no deben existir. Si eliminamos las fronteras eliminamos a los Vicini (y por extensión los ricos), es decir: eliminamos la desigualdad económica y social, y todos pasamos a poseer una cantidad similar de miseria.
Y al parecer, en cierta forma tiene razón.
Pensando como un conservador diría que tiene razón: sin frontera el hambre en Haití desaparece, pues los haitianos correrían hacia el este en estampida. ¿Quien se quedaría de aquél lado?
Terminé mi reflexión recordando lo que alguien le vociferó a Arcadio Buendía en la tienda de Catarino…