Mientras discutimos que Hipolito Mejía habla demasiado, que Danilo Medina habla muy poco, que Guillermo Moreno no habla y que Eduardo Estrella habla y nadie le hace caso, nos olvidamos del fondo del asunto: que no deberiamos guiarnos por lo que hablen.
Deberiamos guiarnos por sus propuestas, sus planes, su experiencia. Votar al candidato mas idóneo para administrar la nación; que tenga experiencia administrando, legislando; y no hablando baba, ni sembrando yuca.
Veamos sus curriculums, que han hecho, donde lo han hecho. Somos sus empleadores, analicemos como si fuera una entrevista de trabajo, pues uno de ellos será nuestro empleado. Veamos con quienes se juntan, con quienes van a gobernar, cuales serán los que estan adentro y cuales afuera. Dice un refrán «dime con quien andas y te diré quien eres».
Dejemos las consignas afuera, las conceptualizaciones y palabras bonitas escritas por otros y centrémonos en lo que importa: los planes que ellos tienen para nuestros próximos 4, 10, 20 años, y como pretenden llevarlos a cabo.
Y sobre todo veamos lo que hicieron la última vez que nos pidieron apoyo y se lo dimos. ¿Cuales fueron los resultados?
Solo una reflexión mía, aqui… pensando en voz alta.