Así titula The Economist su reportaje del año 2012 sobre el sistema penitenciario de la región.
Es increíble lo que sucede en algunas cárceles, como ya hemos visto en algún video. ¿Recuerdan a Padilla?
Sin embargo, lo que recoge el reportaje, va mas allá. Recomiendo su lectura detenidamente. Si no domina el inglés, puede ver la traducción al español:
- La Silla Rota: Cárceles de América Latina, un viaje al infierno
- The Economist: A journey into hell
A mitad del artículo salen cuatro párrafos haciendo referencia a República Dominicana. Cito:
Modelo de nuevas cárcelesSin embargo, hay una agitación de cambio en América Latina. Estos han ido más lejos en la República Dominicana, que comenzó a reformar sus cárceles en 2003. Casi la mitad de sus 35 cárceles ahora se ejecutan bajo las nuevas reglas. Estos comienzan con la contratación de personal civil, que no tienen vínculos con el ejército o la policía. Los reclutas pasan por un entrenamiento de un año en una universidad que funciona a partir de una villa llamativo que una vez perteneció a Rafael Trujillo. Directores de prisiones pueden ganar hasta $ 1,500 al mes y los guardias alrededor de $ 400, entre dos y tres veces los salarios de edad.Las cárceles deben convertirse en escuelas para proporcionar a los reclusos una educación, dice Roberto Santana, ex rector universitario que fue director del nuevo sistema penitenciario, hasta el mes pasado. Realizó un aprendizaje de la lectura obligatoria para los presos, so pena de perder los privilegios conyugales, las conversaciones telefónicas y visitas. En la cárcel de mujeres de Najayo, donde las paredes muestran obras de arte de los presos y los trofeos ganados en torneos inter-prisión de dominó, 36 de los 268 presos están estudiando para obtener un título universitario en derecho y psicología. Los presos están fuera de sus celdas entre las 7:30 am y las 10 pm. Algunos de los que no están estudiando el trabajo están en una panadería. Después de su lanzamiento, el nuevo sistema de ayuda a los presos para encontrar trabajo.Sr. Santana busca prevenir el hacinamiento tras la polémica por negarse a tomar prisioneros si no hay espacio para ellos. Él dice que esto disuade a los jueces y fiscales de encarcelar a personas sin una buena razón. Las autoridades penitenciarias hacen todo lo posible para mantener a los presos en contacto con sus familias. Los prisioneros Najayo pueden hacer regalos como velas y joyas que se venden en los mercados locales y las ganancias se dividen entre la cárcel, el recluso y su familia.Las manos ociosas son el juguete del diabloLa República Dominicana se ha convertido en un modelo a seguir por otros países, como Honduras y Panamá, quienes recientemente pidieron asesoramiento allí.
Esto es parte del trabajo de Francisco Domínguez Brito, entonces Procurador General de la República y Roberto Santana, Director de la Escuela Nacional Penitenciaria y Coordinador del nuevo Modelo Modelo Penitenciario.
Estas son las noticias que los diarios locales no reproducen.